Cinco sueños. Clase 2 (13/04).

Anabela Carcagno.

Taller de expresión I- comisión 56.

Santiago Castellano.

Actividad: contar 5 sueños dentro de una línea de tiempo.

Trabajo individual, original.

 

Sueño 1.

(Fantástico).

Una bruja en capital.

 

Me perseguían por todos lados. No sabía ya ni a dónde, ni de quien esconderme.

Nadie me quería, nadie me respaldaba y hasta los animales se espantaban cuando me veían.

¿Qué pasa acá? ¿Tan fea soy?, me preguntaba.

Estuve oculta por Capital (o eso creía) alrededor de 5 días, ya había perdido el sentido de la ubicación y hasta perdida en cuestión de fechas.

Recuerdo entonces, que cerca de la zona donde me escondía, vivía una conocida mía, lo recordaba de haber ido muchos años antes, pero sabía que si la iba a buscar, me atraparian y me podrian hacer algo malo.

Decidí entonces, para ir en búsqueda de ayuda y acercarme a mi vieja amiga, pasar por un local de disfraces para comprar uno, y entonces nadie me reconociera.

Luego de caminar por mucho tiempo, encontré un local. Entré, y la primera reacción de los vendedores fue de susto. Atónitos y queriendo esconderse, me preguntaron, con la voz temblorosa, qué es lo que estaba buscando.

Respiré, y respondí con mucha paciencia: “Busco un disfraz de bruja”.

Los vendedores, sorprendidos por el disfraz que yo buscaba, parecían pelearse y murmurar entre ellos. Lo único que llegué a escuchar es que uno decía “¡Yo no se lo voy a decir!”.

Luego de unos minutos en la tienda, cansada de esperar y de la situación, me atreví a preguntarles qué era lo que me tenían que decir.

La vendedora tomó la palabra y me dijo, -no necesitas ese disfraz, te podemos ofrecer otros, pero antes te recomiendo que te mires al espejo-.

Algo enojada y desilusionada, volteé a mirarme en el espejo y automáticamente todas las emociones juntas me invadieron. Efectivamente, yo era una bruja.

La única reacción que surgió de mi, es salir corriendo del local, volví exactamente por el camino que había tomado de ida, y no hice más que llegar al árbol donde estaba escondiéndome y llorar por un largo rato.

Finalmente entendí que me buscaban por mi aspecto, y que no era normal una bruja en capital en pleno 2021, pero yo estaba decidida que no quería que me encuentren ni que me hagan daño, por lo tanto, decidí seguir escondida el mayor tiempo posible, o por lo menos, hasta que mi aspecto mejore un poco.

 

 

Sueño 2.

(Terror).

“Barril sin fondo”.

 

Tras la muerte de un tío lejano que ni siquiera tuvo el gusto de conocer, José heredó una de sus propiedades, una gran casa, en medio de un predio enorme, que aunque estaba algo descuidada valía más de lo que él y su pareja podían soñar. Con la terrible situación económica que vivían, no dudaron en vender su casa para mudarse a aquella enorme construcción y restaurarla ellos mismos, con la idea de venderla al mayor precio posible.

 

Lo primero que hicieron fue recorrer la casa por completo para saber que tanto trabajo les constaría, al menos no había mucho que sacar, la falta de muebles era evidente. Pero para su sorpresa el sótano, que era dos veces el tamaño de la casa, estaba lleno de barriles, y botellas de licor, que probaron con gusto.

 

Fueron tantos los tragos que dieron esa noche, que quedaron dormidos ahí mismo, y se despertaron a media noche, porque las luces de toda la casa se apagaban y encendían, como si hubiese un gran corto.

 

Tras varios días trabajaron en la restauración, hicieron una gran fiesta con todos sus amigos y algunas otras personas interesadas en comprar la propiedad, sirvieron el vino de los barriles, esa noche se acabaron más de seis, y al terminar la reunión estaban muy contentos por las ofertas recibidas, cuando uno de los meseros les dice que no han podido aún sacar los barriles porque están muy pesados, que necesitaban una mano, entonces un par de amigos que aún seguían en la casa acompañaron a Gerardo hasta el sótano, tomaron entre todos el barril, pero este se les cayó, y al romperse, vieron con espanto que lo que seguía dentro era el cuerpo de una jovencita, rompieron los demás barriles vacios, y encontraron más gente muerta en ellos.

 

Todos estaban en la misma posición, acurrucados como bebé en el vientre y debajo de los barriles había fechas, que se marcaban desde los 1500 hasta el 2000.

 

Revisando en las pertenencias de su tío encontraron un diario, en el cual descubrieron que había vivido más de 500 años gracias a aquella mezcla extraña que él mismo preparaba, que había suficiente para que una familia completa tuviera el mismo destino que él, así que José volvió a reunir a todos aquellos que esa noche presenciaron el contenido de los barriles, les ofreció la inmortalidad a cambio de su silencio y todos aceptaron, ahora curan todos sus males, bebiendo la vida de alguien más.

Sueño 3.

(Fantástico).

“El mundo de Lola”.

Lola salió de su casa para ir a comprar al quiosco, cuando de repente apareció en un bosque.

Caminando sola y algo temerosa, se cruzó a un conejo al que llamó Robert, sorprendieron a Lola sus radiantes colores, pero lo que más la sorprendió es que logró entenderlo. Lola podía hablar con el conejo.

Hablaron durante horas, ella le contó sobre su familia y lo mismo hizo el conejo mostrándole a sus conejitos recién nacidos. La niña quedó enamorada.

Emprendiendo camino sobre lo que ella creía que la llevaría a casa, Lola se cruzó con más animales con los que pudo hablar. Primero se cruzó con un águila, que le contó que estaba yendo a la cima de la montaña a buscar su cena, luego se topó con un chancho, quien corría procurando que no lo atrapen y por último se encontró con un castor, quien de lejos le gritaba: “¡Hola Lola! ¿Qué andas haciendo por acá?

Corriendo por el parque, Lola se tropezó con una gran piedra que no había visto venir, y cuando quiso levantarse y seguir caminando, ya no se encontraba en el bosque en el que estaba, sino caminando de vuelta a casa.

 

 

Sueño 4.

(Terror).

“Masacre en Villa Urquiza”.

 

Son las tres de la mañana, es una noche lluviosa y fría en Villa Urquiza. Las gotas revisten el pavimento y los edificios se pierden de vista. Todo parece en calma, hasta que se escucha un hombre en agonía y mujeres gritando. 

Los vecinos prenden su luz y abren sigilosamente sus cortinas, cuando de repente de la casa del medio sale un hombre con la cabeza abierta, todo cortado en su cuerpo y lleno de sangre. Pero cae rendido a la vereda, vomita coágulos de sangre y muere en el instante. 

La mayoría se ocultan bajo sus camas, para esconderse en caso de que estuviese en su casa y apagan sus luces. 

Solo la señora del frente se queda mirando perpleja, sin poder moverse. Su reflejo, es apagar su velador y quedarse a oscuras. Cuando acciona para poder hacerlo, aparece al lado de una sombra negra con un hacha. 

Efectivamente, era el asesino.

Luego de tres asesinatos, los vecinos con miedo, lograron llamar a la policía.

Tardaron bastante en llegar, pero cuando finalmente asistieron, no podían creer lo que estaban viendo. 

Otra familia entera había sido masacrada, mujer, marido y tres niñas. Todos cortados por un hacha, pedazos de sus cuerpos esparcidos por todo el piso, sangre que goteaba por los techos y paredes.   

Los forenses aseguraron y recogieron todas las pruebas, donde encontraron una nota dentro de la boca de la niña mayor. La misma era del asesino, la cual tenía la frase, “al cielo directo los envié, acéptalos, Dios”. 

Se enfrentaban evidentemente a un loco religioso, quien efectivamente se creía una especie de ángel y por la experiencia del detective, sabía que era de lo peor, estos asesinos suelen ser sanguinarios y muy determinados, ya que tienen un delirio religioso y no paran hasta conseguir sus metas de salvación, con estos no hay entendimiento, ellos creen ser la cura. 

Pasaron unos seis meses y con la presión de la prensa, los policías trabajaban las veinticuatro horas y sin pista alguna, pero para su mala suerte esta abominación había matado a dos familias por igual. Con una diferencia de veinte cuadras. Por lo que la desesperación ya era inminente. 

Lo único que se le ocurrió al jefe en ese rango de días, fue armar una familia de mentira, instalarse en el barrio y esperar ser atacados por el “hombre hacha”, así lo apodaron los medios.

A lo largo de tres meses esperaron con ansias de aprenderlo y el pensamiento más conjunto era matarlo. 

 

Son las cuatro de la mañana y el oficial Jorge aparenta dormir, junto a Carolina, su “pareja”, pero  debajo de las frazadas tienen el arma y esposas. Junto a ellos a un bebe de mentira, todo una ilusión para poner fin a esta matanza. 

Entrecerrando los ojos de días en vela y el cansancio del estrés, pasó solo un segundo que una sombra negra los rodeó, Jorge intentó sacar el arma, pero el sujeto clavó su hacha en su hombro, el dolor era insoportable.

Rápidamente Carolina sacó la pistola y logró dispararle, el asesino como si nada hubiera pasado, retiró el hacha del oficial y tratando de cortar a Carolina empezaron a pelear. 

El sujeto era fuerte y la había empujado hacia una mesita. 

Sin mucho que esperar, Jorge saltó sobre su espalda y ambos entraron en una golpiza demoledora, cosas se rompían y nada más que muerte se esperaba. 

Luego de unos cinco minutos, Carolina logró enfrentar al sujeto y lo baleó quince veces, se podía ver cómo su cuerpo se sacudía a cada bala que le entraba. El asesino, luego de unos minutos cayó seco de cara al piso. 

Finalmente, la masacre del “hombre hacha'' había llegado a su fin, gracias a la valentía de los oficiales, quienes sin dudarlo habían puesto hasta sus vidas al servicio de la gente.

Sueño 5.

(Misterio).

“No hay nada como escuchar a un bebé reír, a no ser que sean las 2 am y estés sola en casa”.

 

Me mude sola hace unos días. Estaba muy contenta al respecto pero desde que lo hice, soñaba raro todas las noches. Al despertar, nunca recordaba con claridad qué era lo que había soñado.

Una noche, como muchas otras, decidí acostarme a las 22:00hs porque tenía que levantarme muy temprano al día siguiente.

Luego de mucho insomnio, logré dormirme.

Mi cuerpo descansaba y mi mente por fin había logrado dejar de pensar, pero no duró mucho tiempo, sino hasta que comencé a escuchar reir a un bebe.

Al principio intente ignorarlo, pero a cada instante se volvía cada vez más y más intenso.

Mire la hora, eran las 2am.

Recordé entonces, el título de la noticia del diario que estaba leyendo el pasajero que estaba delante mío en el colectivo, volviendo a casa la noche anterior:

“No hay nada como escuchar a un bebé reír, a no ser que sean las 2 am y estés sola en casa”.

¿Cómo podía estar pasándome esto a mi?